Desde ITES consideramos que estudiar en un país extranjero puede ser una experiencia muy gratificante para nuestros alumnos, tanto a nivel académico como personal.
Conocer otra cultura, otra lengua, adaptarse a diferentes maneras de hacer, de pensar, tener una concepción más abierta del mundo, son algunos de los motivos por los cuales creemos que vale la pena estudiar en otro país.
Por otro lado, les proporciona una independencia familiar que hace que los alumnos aprendan a gestionarse diferentes aspectos, como el alojamiento, el transporte, los trámites académicos, etc. Además, tendrán que relacionarse con otras personas y podrán hacer nuevas amistades. Esto repercutirá positivamente en sus habilidades comunicativas dado que podrán aprender o mejorar el idioma local, aspecto muy importante de cara a su futuro profesional.
Además, a nivel curricular, haber cursado estudios en el extranjero es un valor añadido, puesto que denota diferentes competencias personales, como la iniciativa, el afán de superación, asunción de riesgos, adaptación al cambio, capacidad de espabilarse y resolver problemas, entre otros. Todas estas competencias están muy valoradas en el mundo laboral.
Es por eso que incentivamos a nuestros alumnos a proseguir su formación por esta vía, de cara a que puedan también especializarse en aquello que más les gusta.